¿Qué es un hábito?

 Un hábito es, simplemente, algo que estás acostumbrado a hacer y, además, lo haces automáticamente. Estos pueden ser conductas automáticas o pensamientos y reacciones automáticas.

Es impresionante la capacidad que tiene el ser humano de codificar patrones y poner cosas en piloto automático. Nuestra vida sería extenuante si tuviéramos que prestar atención a todas las cosas que hacemos y ser conscientes de cada paso a seguir para lograrlos. Toma por ejemplo cuando aprendiste a conducir un vehículo o a andar en bicicleta. Al principio, tenías que tener toda la información para poder ejecutar cada paso. Luego de un tiempo de práctica, ya dejaste de prestar atención consciente a como pasar los cambios, como mover tus pies para cambiar las marchas e incluso ya no tienes que pensar que hacer para poder mantener el equilibrio a la hora de andar en bicicleta.

Así, con todas las cosas que aprendemos, después de un tiempo se convierten en segunda naturaleza para nosotros y no tenemos que pensar en hacerlo, SOLO LO HACEMOS.

Lo curioso es que esto puede producirse con todas las cosas que hacemos, sean útiles o no. Por ejemplo, los vicios, como el cigarro, el comer de sobremanera, todo tipo de adicciones y/o reacciones emocionales, pensamientos y reacciones automáticas.

Muchas veces en consulta la gente suele decirme “No sé por qué lo hago, solo lo hago” o, no “puedo dejar de pensar en eso”. ¿Te sucede algo similar? Pues bien…

Mucha gente no puede cambiar sus hábitos porque cree que “no puede”. Es común ver y oír gente diciendo” lo he intentado tantas veces que se que no puedo hacerlo”.

Una de las principales cosas que debes hacer en orden de poder cambiar un hábito es desafiar tus creencias. Cuando lo hagas, te darás cuenta de la poca evidencia que tienes para poder sostener esa creencia. Puedes preguntarte esto:

¿Qué me hace pensar que no puedo?

¿Según quién no puedo?

¿Qué criterios estoy ocupando para decir que no puedo?

¿Cómo se que no puedo?

Qué descubrirás al contestar estas preguntas…que solo eres tu el que se pone los límites. Ya sé, tenías evidencias para creer eso, pero, solo hace falta construir una nueva creencia  en el lugar preciso.

Pero antes una historia.

Suelo ver gente que cuando habla de lo que le es posible, dirige su atención en un cierto punto del espacio y gestualiza en dirección a ese mismo lugar. Luego, cuando habla acerca de lo que si cree que es posible, mira y gestualiza en una dirección totalmente diferente. Todos hacemos eso. Todos codificamos de manera específica lo que creemos posible y lo que no creemos posible para nosotros.

Ahora, tú te darás cuenta de esto.

Piensa en algo que “crees” firmemente y detente. Mira esas imágenes en tu mente y fíjalas. Explora sus características. Esto que “crees” es en colores o en blanco y negro. Fíjate en la distancia que tienen, si estas asociado o disociado y de que tamaño son.

Luego, busca algo en lo que “no crees” para nada que sea posible. Busca la misma información que buscaste anteriormente. ¿Cuál es la diferencia?

Encontrarás que probablemente las imágenes sean de diferente tamaño, o se encuentren en lugares diferentes. Esto es lo que todos hacemos.

¿Qué tal si pudieras crear una imagen en el lugar de tus creencias firmes, de que si puedes dejar ese habito que tanto te molesta? Pues bien. Si ya tienes la información necesaria. Ya podrías hacerlo. Solo hace falta saber cómo hacerlo. Ese es el primer paso.

Claramente, nuestros hábitos están codificados de maneras específicas en nuestra forma de pensar.

¿Es posible cambiar nuestras creencias? Si lo es, de hecho, lo hacemos todo el tiempo. Recuerdas haber creído en el viejito pascuero. Lo sé, parece extraño que te pregunte eso, pero, cuando uno es niño cree las cosas tan firmemente que parece imposible de cambiar. Incluso cuando yo era pequeño, aluciné varias veces, haber visto al viejo pascuero en su trineo, sobrevolando la casa. ¿Qué sucedió para dejar de creer en él?. Solo una evidencia, ver a mis padres colocar los regalos que tenían escondidos.

Si alguien puede cambiar creencias tan fuertes como esas en un instante, cualquier creencia puede ser cambiada, solo falta tener la evidencia suficiente.

Además, tú ya sabes que para dejar de hacer algo, solo hace falta tomar una decisión.

Eres de las personas que toman buenas decisiones. Yo se que sí. Todos hemos tomado buenas y malas decisiones en la vida. Todos sabemos que cuando nos proponemos algo genuina y sinceramente, lo logramos, cueste lo que cueste.

Para cambiar tus hábitos debes desafiar tus creencias y luego crear el hábito de romper hábitos.

Para explorar tus malos hábitos hazte las siguientes preguntas. Es el segundo paso.

¿Cómo sé cuando tenerlo (mal hábito)?

¿Cómo sé donde hacer x cosa (mal hábito)?

¿Cómo sé cómo tenerlo (mal habito)?

Estas preguntas simples, te darán respuestas a algo que es muy importante. El que sea automático no significa que no requiera de un proceso. Al responder estas preguntas descubrirás cuáles son las cosas que gatillan tus respuestas automáticas y de que es lo que haces en orden de mantenerlo.

Cuando tengas esta información ya estás en el camino para poder descubrir cómo cambiar tus malos hábitos.

Para cambiar cualquier cosa que desees debes, primero, creer que puedes. Luego poner en orden tus emociones para después, construir creencias útiles para tu proceso de cambio. Y como dice el mismo Richard Bandler: si no sabes cómo hacerlo todavía, no es problema, alguien más sabrá!