El Inconsciente

¿Te has preguntado acerca de cómo haces para realizar las cosas que haces bien?, por ejemplo, conducir un auto, tocar guitarra o piano, nadar, ducharte, o incluso hablar. ¿Te habías preguntado antes cómo, exactamente, haces estas cosas?

La mayoría de las cosas que haces bien, que sólo haces, las haces de manera inconsciente. La habilidad está en tu cuerpo (músculos). En muchos libros puedes leer acerca de algo llamado “competencias inconscientes”. Estas competencias o habilidades de hacer algo automáticamente, son operadas por el inconsciente. Son estas cosas que después de un tiempo, ya se han convertido en segunda naturaleza para ti.

Para definirlo podemos decir que la “mente inconsciente” es la parte de tu mente de la cual no te das cuenta en este momento. Es la parte de información que no necesitas procesar para obtener un resultado. Es lo que sucede tras bambalinas. Tu inconsciente es el que maneja tus funciones corporales como la respiración, digestión, ritmo cardiaco, parpadeos, etc. Es el que se hace cargo de sanar y preservar tu cuerpo. Es el que guarda tus memorias, emociones, conocimiento y habilidades.

Es el que contiene y opera tus hábitos: por ejemplo comerte las uñas o esas reacciones automáticas hacia cosas o personas. Por ejemplo una fobia. No hace falta que sepas cómo lo haces, solo hace falta que pienses en “esa cosa” para que tu cuerpo responda automáticamente con una emoción intensa.

Lo importante es, que como nuestra mente consciente puede procesar ciertos trozos de información, la mente inconsciente es la que se encarga de procesar el resto. Sería extenuante tener que prestar atención a todas las cosas. Además, como la mente inconsciente funciona como un filtro, los trozos de información que no has procesado conscientemente, se sostienen en la información inconsciente (estructura) de cada uno de tus pensamientos y las cosas que tienes en mente en cada momento. Es como el sistema operativo de un computador. Tu puedes estar realizando alguna tarea específica conscientemente, pero tu inconsciente, sistema operativo, sigue funcionando tras bambalinas. Es como cuando vas conduciendo un auto y dejas de preocuparte de cómo conducirlo, lo haces automáticamente, y al mismo tiempo puedes cantar la canción de la radio, o conversar con tu acompañante. Es decir, la “habilidad” de manejar el auto está siendo operada inconscientemente, para que tú puedas prestar atención a otras cosas.

Como nuestros hábitos y las reacciones emocionales, por ejemplo cuando decimos: “oh, solo me sucede”, ¡no sé por qué!”, están siendo operadas por el inconsciente, la mejor forma de solucionarlas es directamente ahí. En el inconsciente.

Es por eso que cambiar un hábito conscientemente no suele funcionar. Cambiar un hábito o una emoción, sabiendo qué es lo que debemos hacer y cuando (conscientemente), no cambia lo que está operando tras bambalinas. Lo que está tras bambalinas, son tus creencias, emociones y estrategias, que son las que sostienen lo que quieres cambiar.

Por largos años en Psicología y sus teorías, se ha dicho que para cambiar, debes primero hacerte consciente. Desde mi perspectiva y experiencia, eso no es para nada suficiente. Mucha gente sabe que está obesa, sabe exactamente el por qué esta obesa, sabe exactamente que debiera hacer para bajar de peso, sin embargo, el ser consciente de esto, no hace que cambie.

Muchos adictos, son conscientes de que lo que consumen les hace mal, aun así, no dejan de hacerlo.

Otra gente, tiene Miedo. Saben exactamente a que le tienen miedo. Saben exactamente los orígenes de su miedo. Sin embargo no pueden dejar de sentirlo porque corre en automático.

La lógica de que para cambiar debes hacerte consciente de algo, no es suficiente. Es cierta esa lógica en cierta medida, ya que “el ser consciente de algo”, te da las señales precisas para cuando estés enganchando en la conducta o lo que sea que quieres cambiar, entonces, puedes corregirte.

La Programación Neurolingüística y la hipnosis, como modelos, nos permiten encontrar toda esa información que está tras bambalinas y poder cambiarla.  Nos permiten poder obtener nuevas estrategias, poder manejar nuestra neurología y emociones y también, nos permiten instalar nuevos recursos donde los necesitamos para lograr nuestros objetivos y ese cambio que tanto deseamos. Es decir, nos permiten cambiar y/o actualizar los drivers de esos programas que ya no nos son útiles e instalar nuevas versiones más óptimas y acordes a lo que queremos.

¿Ya descubriste cuales son las emociones que en ti operan automáticamente? Todos en algún punto, sabemos qué es lo que queremos cambiar, pero todavía, no sabemos cómo hacerlo.

Mientras continuas descubriendo qué es lo que te sucede y cómo, cuándo, dónde y con quién operas automáticamente, y al mismo tiempo, esto no te gusta, entonces ya puedes comenzar a hacer algo. Es el momento de hacerte cargo. Porque cuando inicias este proceso, te empiezas a hacer más libre, y así, más libre, puedes vivir la vida que siempre has querido. Si consciente/mente tienes muchas ideas, recuerda que inconsciente/mente, puedes comenzar a operar con nuevas estrategias de manera fácil y rápida y así notar que la próxima vez que enganches en aquello que ya no quieres para ti, puedes detenerte y preguntarte ¿Cuánto más libre puedo ser en este momento?.